BRUJAS: ELLAS CRUZARÁN EL UMBRAL, EL TERROR COMO CRÓNICA
Crónicas del Este 28/07/2024 Sociedad
Marcelo Fabani
Pocas veces a lo largo de la historia del género de terror se da la comunicación explícita del mensaje que el director quiere trasmitir.
Oculta, disimulada o directamente bloqueada por monstruosas conductas o entidades, hectolitros de sangre motosierras o eficaces cuchillos, la crónica de lo que está pasando en una sociedad, no llega a destino.
Si entramos en el terreno de la especulación, se podría plantear que expresamente se tocan temas muy sensibles dentro de la burbuja de ficción donde lo monstruoso queda aislado de la realidad.
Y quizá sea un mecanismo de la propia sociedad percibir que lo terrorífico es algo aislado, puntual, extraordinariamente infrecuente al punto tal que sólo se ve en las películas.
El género ha dado contundentes producciones donde si bien el mensaje es explícito, la enorme dimensión de su tema es absolutamente desconcertante y el público prefiere que sea “solo una película”.
La sola probabilidad de que lo planteado suceda conlleva al terror mas profundo donde la propia mente del espectador comienza a imaginar que ese planteo pueda existir.
La forma de contar las historias es fundamental en esta trasmisión y desde siempre los directores ponen en sus historias los datos de la realidad para quienes quieran verlos los vean y quienes no, se entretengan como primera premisa.
Esto es lo que se advierte en la película “Brujas, ellas cruzarán el umbral”, una película coproducida por Argentina, Chile y Uruguay en modo de colaboración entre equipos de realizadores de cada país.
La producción se realizó en base a un presupuesto acotado pero suficiente como para lograr la calidad de exhibición exigida en las salas de proyección, demostrando así que hacer cine en nuestros países pasa más por el ingenio, las ganas y la pasión que por el presupuesto.
La premisa fue clara, hacer una película que retratase a las brujas de un modo mas ajustado a su condición femenina que a su faz monstruosa. Cada historia debería reflejar las dificultades de un ser aparentemente poderoso en su relación con el entorno.
Y aquí es donde en cada una de las cinco historias que componen esta antología de cuentos, se describen en distintos grados de explicitud cada uno de los entornos donde les toca vivir a cada bruja y como lidian con ellos.
Entornos urbanos o rurales se suceden y dan marco a ese intercambio que pese a la forma que le da el terror, no ocultan la raíz de los conflictos reales que las personas “normales” enfrentan en su existencia.
Y ya en la historia que envuelve y enlaza a las otras cuatro, la que da pie a que conozcamos las distintas versiones de un personaje tradicional en todas las latitudes, nos encontramos enfrentados al fenómeno antropológico ineludible de “pertenecer”.
La película nos cuenta que existe un grupo de aspirantes que desea pertenecer a un selecto grupo de jóvenes mujeres. En efecto, se trata de un aquelarre de jóvenes aspirantes a brujas que acuden al llamado de la líder a efectos de pasar por una prueba de admisión. La misma consiste en demostrar si han logrado identificar la esencia de una bruja, contándoles al grupo una historia que la tenga como protagonista.
La ansiedad por pertenecer aún a costa de traspasar límites hacia regiones apenas conocidas y potencialmente peligrosas, el sometimiento a un liderazgo eventual y la sensación de seguridad y respaldo de un grupo es la primera instantánea que la película nos exhibe.
Nos retrata fielmente el espíritu rebelde, contestatario y cuestionador de la adolescencia. La audacia y la ausencia de temor a causa de la falta de experiencia de esa etapa de la vida.
No es menor la existencia de un aquelarre donde lo femenino impera dadas las circunstancias socioculturales que vienen manifestándose contundentemente en la sociedad.
La primera historia es uruguaya, “Liberación” y nos encontramos frente a la principal dicotomía que marca a nuestro país, la división entre campo y ciudad. Esa dicotomía se manifiesta en esta historia como un juego de antagonismo donde las características de uno y otro están implícitamente retratadas desde el diálogo hasta el vestuario. Filmada en un parque del departamento de Canelones, ejemplifica que a pesar de que la Naturaleza sea un lugar de paz y la ciudad sea un entorno adverso y violento, muy probablemente esa adversidad y violencia provenga de nosotros mismos.
La segunda historia, “Wicca”, proviene de Chile e involucra a la Naturaleza con la Ciencia a través de un planteo rigurosamente actual donde la desesperada carrera de una madre por salvar a su hijo la coloca a las puertas de una disyuntiva donde el conocimiento ancestral compite con el actual. La potencia del tema se plasma con detalle y sin concesiones que aminoren su impacto.
La tercera historia, “Mal trago”, esta vez de Argentina, se desarrolla en ambientes confinados e íntimos donde la potencia de los sucesos impacta doblemente. El pecado, la culpa y la condena son los estados por los que la bruja conduce al desdichado que cae en sus manos y el espectador no puede evitar sentirse parte de ese binomio.
Y por último, también de Argentina, “Tabú”, hace honor a su nombre poniendo al espectador en contacto con temas actuales referentes a las relaciones personales, la elección de vida y a la intromisión de agentes externos en la vida personal. Las normas de convivencia, la regulación social y la censura encuentran en esta historia un retrato que contrasta con la libertad que los personajes intentan ejercer en sus elecciones de vida.
“Brujas, ellas cruzarán el umbral” es un producto auténtico, crudo, pasional y exento de prejuicios a la hora de plantear sin ambages los temas que quiere abordar. Es un producto proveniente del cerno mismo de nuestras sociedades donde la lectura de lo que se ve puede perfectamente interpretarse también como metáforas de otras situaciones donde la libertad en todos sus órdenes se ve amenazada.
“Brujas, ellas cruzarán el umbral”. Argentina, Chile, Uruguay.2023. 69 minutos.
Dirección: Argentina: Ruth Gómez, Horacio Florentin, Carlos Lasso. Chile: Deborah Araya. Uruguay: Gabriel Díaz, Marcelo Fabani
Protagonistas: Claudio Martín, Melisa Reyes (Uruguay), Koko de Luxe, Tairza Pizarro (Chile),Carlos Vuletich. Adriana Daniela Puglisi, Vanessa Eme, Brenda Surijón, Melani Belén Klusener, Rocío Jara (Argentina)
Marcelo Fabani
Pocas veces a lo largo de la historia del género de terror se da la comunicación explícita del mensaje que el director quiere trasmitir. Oculta, disimulada o directamente bloqueada por monstruosas conductas o entidades, hectolitros de sangre motosierras o eficaces cuchillos, la crónica de lo que está pasando en una sociedad, no llega a destino. Si entramos en el terreno de la especulación, se podría plantear que expresamente se tocan temas muy sensibles dentro de la burbuja de ficción donde lo monstruoso queda aislado de la realidad. Y quizá sea un mecanismo de la propia sociedad percibir que lo terrorífico es algo aislado, puntual, extraordinariamente infrecuente al punto tal que sólo se ve en las películas. El género ha dado contundentes producciones donde si bien el mensaje es explícito, la enorme dimensión de su tema es absolutamente desconcertante y el público prefiere que sea “solo una película”. La sola probabilidad de que lo planteado suceda conlleva al terror mas profundo donde la propia mente del espectador comienza a imaginar que ese planteo pueda existir. La forma de contar las historias es fundamental en esta trasmisión y desde siempre los directores ponen en sus historias los datos de la realidad para quienes quieran verlos los vean y quienes no, se entretengan como primera premisa. Esto es lo que se advierte en la película “Brujas, ellas cruzarán el umbral”, una película coproducida por Argentina, Chile y Uruguay en modo de colaboración entre equipos de realizadores de cada país. La producción se realizó en base a un presupuesto acotado pero suficiente como para lograr la calidad de exhibición exigida en las salas de proyección, demostrando así que hacer cine en nuestros países pasa más por el ingenio, las ganas y la pasión que por el presupuesto. La premisa fue clara, hacer una película que retratase a las brujas de un modo mas ajustado a su condición femenina que a su faz monstruosa. Cada historia debería reflejar las dificultades de un ser aparentemente poderoso en su relación con el entorno. Y aquí es donde en cada una de las cinco historias que componen esta antología de cuentos, se describen en distintos grados de explicitud cada uno de los entornos donde les toca vivir a cada bruja y como lidian con ellos. Entornos urbanos o rurales se suceden y dan marco a ese intercambio que pese a la forma que le da el terror, no ocultan la raíz de los conflictos reales que las personas “normales” enfrentan en su existencia. Y ya en la historia que envuelve y enlaza a las otras cuatro, la que da pie a que conozcamos las distintas versiones de un personaje tradicional en todas las latitudes, nos encontramos enfrentados al fenómeno antropológico ineludible de “pertenecer”. La película nos cuenta que existe un grupo de aspirantes que desea pertenecer a un selecto grupo de jóvenes mujeres. En efecto, se trata de un aquelarre de jóvenes aspirantes a brujas que acuden al llamado de la líder a efectos de pasar por una prueba de admisión. La misma consiste en demostrar si han logrado identificar la esencia de una bruja, contándoles al grupo una historia que la tenga como protagonista. La ansiedad por pertenecer aún a costa de traspasar límites hacia regiones apenas conocidas y potencialmente peligrosas, el sometimiento a un liderazgo eventual y la sensación de seguridad y respaldo de un grupo es la primera instantánea que la película nos exhibe. Nos retrata fielmente el espíritu rebelde, contestatario y cuestionador de la adolescencia. La audacia y la ausencia de temor a causa de la falta de experiencia de esa etapa de la vida. No es menor la existencia de un aquelarre donde lo femenino impera dadas las circunstancias socioculturales que vienen manifestándose contundentemente en la sociedad. La primera historia es uruguaya, “Liberación” y nos encontramos frente a la principal dicotomía que marca a nuestro país, la división entre campo y ciudad. Esa dicotomía se manifiesta en esta historia como un juego de antagonismo donde las características de uno y otro están implícitamente retratadas desde el diálogo hasta el vestuario. Filmada en un parque del departamento de Canelones, ejemplifica que a pesar de que la Naturaleza sea un lugar de paz y la ciudad sea un entorno adverso y violento, muy probablemente esa adversidad y violencia provenga de nosotros mismos. La segunda historia, “Wicca”, proviene de Chile e involucra a la Naturaleza con la Ciencia a través de un planteo rigurosamente actual donde la desesperada carrera de una madre por salvar a su hijo la coloca a las puertas de una disyuntiva donde el conocimiento ancestral compite con el actual. La potencia del tema se plasma con detalle y sin concesiones que aminoren su impacto. La tercera historia, “Mal trago”, esta vez de Argentina, se desarrolla en ambientes confinados e íntimos donde la potencia de los sucesos impacta doblemente. El pecado, la culpa y la condena son los estados por los que la bruja conduce al desdichado que cae en sus manos y el espectador no puede evitar sentirse parte de ese binomio. Y por último, también de Argentina, “Tabú”, hace honor a su nombre poniendo al espectador en contacto con temas actuales referentes a las relaciones personales, la elección de vida y a la intromisión de agentes externos en la vida personal. Las normas de convivencia, la regulación social y la censura encuentran en esta historia un retrato que contrasta con la libertad que los personajes intentan ejercer en sus elecciones de vida. “Brujas, ellas cruzarán el umbral” es un producto auténtico, crudo, pasional y exento de prejuicios a la hora de plantear sin ambages los temas que quiere abordar. Es un producto proveniente del cerno mismo de nuestras sociedades donde la lectura de lo que se ve puede perfectamente interpretarse también como metáforas de otras situaciones donde la libertad en todos sus órdenes se ve amenazada. “Brujas, ellas cruzarán el umbral”. Argentina, Chile, Uruguay.2023. 69 minutos. Dirección: Argentina: Ruth Gómez, Horacio Florentin, Carlos Lasso. Chile: Deborah Araya. Uruguay: Gabriel Díaz, Marcelo Fabani Protagonistas: Claudio Martín, Melisa Reyes (Uruguay), Koko de Luxe, Tairza Pizarro (Chile),Carlos Vuletich. Adriana Daniela Puglisi, Vanessa Eme, Brenda Surijón, Melani Belén Klusener, Rocío Jara (Argentina)
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