LA DESGARRADORA HISTORIA DE UN EXSOLDADO DEL EJÉRCITO URUGUAYO VIOLADO POR SUS COMPAÑEROS DE ARMAS A PUNTA DE CUCHILLO
Crónicas del Este 27/05/2024 Nota Periodística
En una desgarradora entrevista para Crónicas del Este, un exsoldado del Ejército Uruguayo revela los horrores que vivió tras su ingreso al Grupo de Artillería IV de Minas en 2012. Este testimonio expone no solo la brutalidad física y psicológica que sufrió, sino también la impunidad que parece prevalecer dentro de las filas militares. A continuación, presentamos un relato detallado de su experiencia, desde las golpizas iniciales hasta la violación perpetrada por sus compañeros y superiores, en un contexto de silencio y desamparo.
¿Cómo fue el tema de lo que viviste?
Si, vos sabés que yo ingresé en el Ejército en el 2012.
Ingresé el 31 de enero en el grupo Artillería IV de Minas.
Después que hice la tanda de tres meses, me recibí de militar y ahí empezaron, me golpearon, me lastimaron, estoy enfermo de la columna, hoy por hoy no puedo trabajar.
¿Debido a esa golpiza?
Debido a la golpiza que sufrí, sí.
¿Y eso fue en Lavalleja?
En Lavalleja.
¿Y por qué? ¿Es un recibimiento habitual a los nuevos? ¿Qué pasó?
No, no, de gusto y gana fue nomás.
Increíble.
La verdad que sí, sí.
¿Lo lastimaron?
Me lastimaron y después de ahí abusaron mío, tanto dentro como fuera de la unidad.
¿Abusaron sexualmente de usted? ¿Quién? ¿Sus compañeros?
Mis compañeros, personal subalternos, estaban enterados y bueno, nunca hicieron nada, me aislaron de la compañía entre los años 2012 y 15 y yo radiqué la denuncia 2016, por eso que mi expediente es de 2016, por el código procesal viejo.
Claro. ¿Y qué pasó al final? ¿Los que le hicieron eso siguen en el Ejército? ¿No hubo ninguna condena?
No hubo condena, o sea que siguen activos y bueno, yo quedé sin nada, quedé sin goce de sueldo y bueno, a la deriva.
¿Y usted cuando tiene pruebas de lo que le pasó?
Es decir, usted cuando recibió esa golpiza, fue a un médico, lo trataron, explicó, fue a psicólogo, todo. ¿Usted tiene un respaldo sobre lo que le ocurrió?
Sí, sí, tengo respaldo, en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas tengo también el historial mío.
¿Y ahora, no hay una razón lógica para eso, para que le hayan hecho ese ensañamiento así, de esa golpiza?
Porque como me dijo, que no es habitual, no se lo hace a todos como una especie de derecho de piso de ingreso, sería horrible, por supuesto, está mal. ¿Pero bueno, son militares, no?
Yo digo, no tengo nada en contra de los militares, pero todos sabemos que siempre se despierta su suspicacia cuando hablamos de militares, estamos en Uruguay.
¿Sí, no tendría que suceder eso porque yo servía al Ejército Nacional, verdad? Digo pero me dejaron sin nada.
Inclusive llegué al Presidente de Lacalle Pou, pero no me dieron importancia alguna.
Y es fuertísimo, porque vos sabes que inclusive me estoy por operar, hace poquito me operaron de los pies por la misma lesión de columna, tenía los dedos enrollados por todo lo mismo.
¿Me puede describir cómo fue, para que la gente sepa si vamos a armar algo, como fue esa golpiza, para dónde lo llevaron, en qué momento, cómo fue los abusos dentro y fuera?
Fue adentro, en la unidad, fue en donde se le llama es una habitación que le da un alojamiento que le dan para los que son de afuera, se llama batería de buceros, para que entiendas, donde yo como correspondía a batería de buceros, una compañía y ahí fue donde me golpearon, me tiraron contra el ropero, me encerraron en el ropero, me golpearon, me machucaron, después de ahí empecé con todas esas lesiones que yo te contaba.
¿Y usted no dijo nada que ofendiera a alguno o algo que, vamos a decirlo de alguna manera, lo vieran como medio pocas luces y dijeran a este lo vamos a agarrar de punto?
Porque hay gente mala que se ensaña con otros y a veces cuando entras y sos nuevo, medio que te tantean o te hacen la vida imposible solapadamente, te serruchan los pies, como decimos.
A mí me hicieron eso, me serrucharon los pies, me buscaron la manía que yo tenía, como me movía, como era yo al momento como salí de la tanda. Porque viste que no es fácil hacer tres meses de CIR y te recibís de militar, pero a mí me buscaron siempre el punto débil mío y pero no era así, no era para haberme golpeado, haberme lastimado.
No, claro, ni que hablar. ¿Y el abuso sexual después, cómo ocurrió? ¿Fue después de la golpiza cronológicamente en el tiempo?
Sí, en el tiempo, cronológicamente fue, más adelante vino el abuso, inclusive tengo a uno que yo pedí captura de él, que está en Montevideo. Se radica en Montevideo, después de los sucesos que pasé yo, se fue de baja a los dos meses.
Y me apuntaron con un arma blanca para matarme cuando me violó junto con otro compañero más.
¿O sea que lo violaron a punta de cuchillo?
Si, de cuchillo.
Qué cosa bárbara, me deja helado. ¿Y eso fue con otro más estaba que lo esperaron, vieron la oportunidad? ¿Lo encerraron en algún lado?
Claro, me llevaron a un campo que queda unas 10 cuadras de Infantería IV de Minas, Lavalleja. Y ahí fue donde cometieron el acto, tanto dentro como afuera, como yo te decía pero todo fue a fuerza de arma blanca, inclusive me dijeron que si yo decía algo, me quitaban la vida. ¿Viste? Y eso me parece que a mí me marcó, porque yo estoy en tratamiento todavía con eso, estoy sanando heridas.
Me imagino. ¿Usted me dijo que está tratado, está yendo a psicólogo y eso, está recibiendo atención correspondiente debido a ese hecho sumamente traumático?
Si.
¿Usted sabe quiénes son esos militares abusadores y hasta torturadores si se quiere? Porque eso que le hicieron también es una tortura, física y psicológica.
Sí, exactamente, como en la dictadura militar.
¿Usted puede decir quiénes son?
Jaime Alemán y Alejandro Medero, que es al que lo busca la Policía, ese está siendo buscado, ese es el que está en Montevideo.
Después están oficiales que están implicados, que algunos ya no están en Artillería IV de Minas, de ahí los derivaron para otros lados.
Yo lo que pienso es que a veces este tipo de cosas que no trascienden en ningún lado, que quedan muchas veces quedan como anécdotas de cuartel, no pueden quedar tapadas, estas cosas tienen que saberse porque estamos en democracia, esos tiempos oscuros ya los hemos pasado, y estas cosas no pueden volver a repetirse y al estar de repente en silencio y no decirlo, lo que alimentamos es eso, que se genere todo un grupo de militares que andan en esa, que se meten con todo el mundo y que hacen lo que quieren con un uniforme.
Seguro. ¿Vos sabes lo que lo peor de todo? Que los militares no tienen sindicato, no son como los policías, no tienen sindicato, queda todo tapado.

En una desgarradora entrevista para Crónicas del Este, un exsoldado del Ejército Uruguayo revela los horrores que vivió tras su ingreso al Grupo de Artillería IV de Minas en 2012. Este testimonio expone no solo la brutalidad física y psicológica que sufrió, sino también la impunidad que parece prevalecer dentro de las filas militares. A continuación, presentamos un relato detallado de su experiencia, desde las golpizas iniciales hasta la violación perpetrada por sus compañeros y superiores, en un contexto de silencio y desamparo.
¿Cómo fue el tema de lo que viviste?
Si, vos sabés que yo ingresé en el Ejército en el 2012. Ingresé el 31 de enero en el grupo Artillería IV de Minas. Después que hice la tanda de tres meses, me recibí de militar y ahí empezaron, me golpearon, me lastimaron, estoy enfermo de la columna, hoy por hoy no puedo trabajar.
¿Debido a esa golpiza?
Debido a la golpiza que sufrí, sí.¿Y eso fue en Lavalleja?
En Lavalleja.¿Y por qué? ¿Es un recibimiento habitual a los nuevos? ¿Qué pasó?
No, no, de gusto y gana fue nomás.
Increíble.
La verdad que sí, sí.
¿Lo lastimaron?
Me lastimaron y después de ahí abusaron mío, tanto dentro como fuera de la unidad.
¿Abusaron sexualmente de usted? ¿Quién? ¿Sus compañeros?
Mis compañeros, personal subalternos, estaban enterados y bueno, nunca hicieron nada, me aislaron de la compañía entre los años 2012 y 15 y yo radiqué la denuncia 2016, por eso que mi expediente es de 2016, por el código procesal viejo.
Claro. ¿Y qué pasó al final? ¿Los que le hicieron eso siguen en el Ejército? ¿No hubo ninguna condena?
No hubo condena, o sea que siguen activos y bueno, yo quedé sin nada, quedé sin goce de sueldo y bueno, a la deriva.
¿Y usted cuando tiene pruebas de lo que le pasó? Es decir, usted cuando recibió esa golpiza, fue a un médico, lo trataron, explicó, fue a psicólogo, todo. ¿Usted tiene un respaldo sobre lo que le ocurrió?
Sí, sí, tengo respaldo, en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas tengo también el historial mío.
¿Y ahora, no hay una razón lógica para eso, para que le hayan hecho ese ensañamiento así, de esa golpiza? Porque como me dijo, que no es habitual, no se lo hace a todos como una especie de derecho de piso de ingreso, sería horrible, por supuesto, está mal. ¿Pero bueno, son militares, no? Yo digo, no tengo nada en contra de los militares, pero todos sabemos que siempre se despierta su suspicacia cuando hablamos de militares, estamos en Uruguay.
¿Sí, no tendría que suceder eso porque yo servía al Ejército Nacional, verdad? Digo pero me dejaron sin nada. Inclusive llegué al Presidente de Lacalle Pou, pero no me dieron importancia alguna. Y es fuertísimo, porque vos sabes que inclusive me estoy por operar, hace poquito me operaron de los pies por la misma lesión de columna, tenía los dedos enrollados por todo lo mismo.
¿Me puede describir cómo fue, para que la gente sepa si vamos a armar algo, como fue esa golpiza, para dónde lo llevaron, en qué momento, cómo fue los abusos dentro y fuera?
Fue adentro, en la unidad, fue en donde se le llama es una habitación que le da un alojamiento que le dan para los que son de afuera, se llama batería de buceros, para que entiendas, donde yo como correspondía a batería de buceros, una compañía y ahí fue donde me golpearon, me tiraron contra el ropero, me encerraron en el ropero, me golpearon, me machucaron, después de ahí empecé con todas esas lesiones que yo te contaba.
¿Y usted no dijo nada que ofendiera a alguno o algo que, vamos a decirlo de alguna manera, lo vieran como medio pocas luces y dijeran a este lo vamos a agarrar de punto? Porque hay gente mala que se ensaña con otros y a veces cuando entras y sos nuevo, medio que te tantean o te hacen la vida imposible solapadamente, te serruchan los pies, como decimos.
A mí me hicieron eso, me serrucharon los pies, me buscaron la manía que yo tenía, como me movía, como era yo al momento como salí de la tanda. Porque viste que no es fácil hacer tres meses de CIR y te recibís de militar, pero a mí me buscaron siempre el punto débil mío y pero no era así, no era para haberme golpeado, haberme lastimado.
No, claro, ni que hablar. ¿Y el abuso sexual después, cómo ocurrió? ¿Fue después de la golpiza cronológicamente en el tiempo?
Sí, en el tiempo, cronológicamente fue, más adelante vino el abuso, inclusive tengo a uno que yo pedí captura de él, que está en Montevideo. Se radica en Montevideo, después de los sucesos que pasé yo, se fue de baja a los dos meses. Y me apuntaron con un arma blanca para matarme cuando me violó junto con otro compañero más.
¿O sea que lo violaron a punta de cuchillo?
Si, de cuchillo.
Qué cosa bárbara, me deja helado. ¿Y eso fue con otro más estaba que lo esperaron, vieron la oportunidad? ¿Lo encerraron en algún lado?
Claro, me llevaron a un campo que queda unas 10 cuadras de Infantería IV de Minas, Lavalleja. Y ahí fue donde cometieron el acto, tanto dentro como afuera, como yo te decía pero todo fue a fuerza de arma blanca, inclusive me dijeron que si yo decía algo, me quitaban la vida. ¿Viste? Y eso me parece que a mí me marcó, porque yo estoy en tratamiento todavía con eso, estoy sanando heridas.
Me imagino. ¿Usted me dijo que está tratado, está yendo a psicólogo y eso, está recibiendo atención correspondiente debido a ese hecho sumamente traumático?
Si.
¿Usted sabe quiénes son esos militares abusadores y hasta torturadores si se quiere? Porque eso que le hicieron también es una tortura, física y psicológica.
Sí, exactamente, como en la dictadura militar.
¿Usted puede decir quiénes son?
Jaime Alemán y Alejandro Medero, que es al que lo busca la Policía, ese está siendo buscado, ese es el que está en Montevideo. Después están oficiales que están implicados, que algunos ya no están en Artillería IV de Minas, de ahí los derivaron para otros lados.
Yo lo que pienso es que a veces este tipo de cosas que no trascienden en ningún lado, que quedan muchas veces quedan como anécdotas de cuartel, no pueden quedar tapadas, estas cosas tienen que saberse porque estamos en democracia, esos tiempos oscuros ya los hemos pasado, y estas cosas no pueden volver a repetirse y al estar de repente en silencio y no decirlo, lo que alimentamos es eso, que se genere todo un grupo de militares que andan en esa, que se meten con todo el mundo y que hacen lo que quieren con un uniforme.
Seguro. ¿Vos sabes lo que lo peor de todo? Que los militares no tienen sindicato, no son como los policías, no tienen sindicato, queda todo tapado.

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