SENADOR CHARLES CARRERA DENUNCIA NEGOCIADO TURBIO EN COMPRA DE BUQUES PARA LA ARMADA URUGUAYA
Crónicas del Este 04/09/2024 Política
El senador del Frente Amplio, Charles Carrera, ha levantado la voz contra lo que considera un "negociado turbio" entre el Ministerio de Defensa Nacional y el astillero gallego Cardama, en la compra de dos patrullas oceánicas (OPV) para la Armada uruguaya. Según Carrera, el acuerdo, que asciende a más de 90 millones de dólares, está plagado de irregularidades que reflejan el estilo de gestión del gobierno de Luis Lacalle Pou.
La denuncia de Carrera
A través de sus redes sociales, Carrera expresó su preocupación sobre la negociación, resaltando varios puntos que ponen en duda la viabilidad y transparencia del contrato. “Llama poderosamente la atención el negocio que se apresta a cerrar el Ministerio de Defensa con la empresa Cardama para la adquisición de patrullas oceánicas”, afirmó el senador, quien subrayó que Cardama no tiene experiencia en la construcción de este tipo de equipamiento y carece de los recursos financieros necesarios para llevar a cabo el proyecto.
Carrera citó al periodista Leonardo Haberkorn, quien reveló que el último buque construido por Cardama data de 2011 y que desde 2016 la empresa ha intentado venderlo sin éxito. Esta falta de antecedentes recientes y la aparente incapacidad financiera de Cardama han llevado a cuestionar la decisión del gobierno de elegir a este astillero para un proyecto de tal magnitud.
La situación financiera de Cardama y el ultimátum del gobierno
El proceso ha sido largo y complicado. Cardama, que firmó el contrato con el gobierno el 15 de diciembre de 2023, debía presentar dos garantías financieras que sumaban 9 millones de dólares. Aunque la empresa logró constituir la primera garantía, hasta ahora no ha conseguido obtener la segunda, lo que ha retrasado el inicio de la construcción de los buques.
El último golpe para Cardama llegó cuando Abitab, una de las empresas a las que había solicitado un préstamo para cubrir parte de la garantía, rechazó su solicitud. Ante esta negativa, el ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, otorgó un plazo de 72 horas para que Cardama consiga los 4 millones de dólares necesarios. De lo contrario, el gobierno dará por terminadas las conversaciones y la venta no se concretará.
Carrera criticó esta serie de prórrogas otorgadas a Cardama, señalando que esto "ya no sorprende porque es todo un estilo del gobierno de Lacalle". Según el senador, este manejo negligente es característico de una administración que permite situaciones turbias sin tomar medidas adecuadas.
Un proceso de compra lleno de dificultades
El proceso de adquisición de estos patrulleros oceánicos comenzó en diciembre de 2021, cuando el presidente Lacalle Pou anunció la intención del gobierno de hacer una licitación internacional. Sin embargo, dicha licitación fue declarada desierta debido a que las ofertas recibidas superaban los montos que el gobierno estaba dispuesto a pagar.
Luego de considerar brevemente la compra de buques usados de origen noruego, el gobierno convocó a varios astilleros a presentar nuevas propuestas en abril de 2023. Tras un análisis técnico, la Marina optó por Cardama, una decisión que generó controversia dentro de la propia Armada, al punto que un contralmirante pidió su pase a retiro.
Futuro incierto para la compra
A medida que el plazo de 72 horas otorgado a Cardama se acerca a su fin, crece la incertidumbre sobre si la empresa podrá cumplir con las exigencias financieras y si el acuerdo continuará adelante. Mientras tanto, la denuncia de Charles Carrera ha encendido el debate sobre la transparencia y la gestión de los recursos públicos en este negocio que involucra a la Defensa Nacional y a un astillero con un historial cuestionable.
El gobierno se encuentra en una encrucijada. Si Cardama no logra reunir los fondos necesarios, se enfrentará a la tarea de encontrar una nueva solución para dotar a la Armada de los buques que necesita, un proceso que ya ha demostrado ser más difícil y polémico de lo que se esperaba.
El senador del Frente Amplio, Charles Carrera, ha levantado la voz contra lo que considera un "negociado turbio" entre el Ministerio de Defensa Nacional y el astillero gallego Cardama, en la compra de dos patrullas oceánicas (OPV) para la Armada uruguaya. Según Carrera, el acuerdo, que asciende a más de 90 millones de dólares, está plagado de irregularidades que reflejan el estilo de gestión del gobierno de Luis Lacalle Pou.
La denuncia de Carrera
A través de sus redes sociales, Carrera expresó su preocupación sobre la negociación, resaltando varios puntos que ponen en duda la viabilidad y transparencia del contrato. “Llama poderosamente la atención el negocio que se apresta a cerrar el Ministerio de Defensa con la empresa Cardama para la adquisición de patrullas oceánicas”, afirmó el senador, quien subrayó que Cardama no tiene experiencia en la construcción de este tipo de equipamiento y carece de los recursos financieros necesarios para llevar a cabo el proyecto. Carrera citó al periodista Leonardo Haberkorn, quien reveló que el último buque construido por Cardama data de 2011 y que desde 2016 la empresa ha intentado venderlo sin éxito. Esta falta de antecedentes recientes y la aparente incapacidad financiera de Cardama han llevado a cuestionar la decisión del gobierno de elegir a este astillero para un proyecto de tal magnitud.
La situación financiera de Cardama y el ultimátum del gobierno
El proceso ha sido largo y complicado. Cardama, que firmó el contrato con el gobierno el 15 de diciembre de 2023, debía presentar dos garantías financieras que sumaban 9 millones de dólares. Aunque la empresa logró constituir la primera garantía, hasta ahora no ha conseguido obtener la segunda, lo que ha retrasado el inicio de la construcción de los buques. El último golpe para Cardama llegó cuando Abitab, una de las empresas a las que había solicitado un préstamo para cubrir parte de la garantía, rechazó su solicitud. Ante esta negativa, el ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, otorgó un plazo de 72 horas para que Cardama consiga los 4 millones de dólares necesarios. De lo contrario, el gobierno dará por terminadas las conversaciones y la venta no se concretará. Carrera criticó esta serie de prórrogas otorgadas a Cardama, señalando que esto "ya no sorprende porque es todo un estilo del gobierno de Lacalle". Según el senador, este manejo negligente es característico de una administración que permite situaciones turbias sin tomar medidas adecuadas.
Un proceso de compra lleno de dificultades
El proceso de adquisición de estos patrulleros oceánicos comenzó en diciembre de 2021, cuando el presidente Lacalle Pou anunció la intención del gobierno de hacer una licitación internacional. Sin embargo, dicha licitación fue declarada desierta debido a que las ofertas recibidas superaban los montos que el gobierno estaba dispuesto a pagar. Luego de considerar brevemente la compra de buques usados de origen noruego, el gobierno convocó a varios astilleros a presentar nuevas propuestas en abril de 2023. Tras un análisis técnico, la Marina optó por Cardama, una decisión que generó controversia dentro de la propia Armada, al punto que un contralmirante pidió su pase a retiro.
Futuro incierto para la compra
A medida que el plazo de 72 horas otorgado a Cardama se acerca a su fin, crece la incertidumbre sobre si la empresa podrá cumplir con las exigencias financieras y si el acuerdo continuará adelante. Mientras tanto, la denuncia de Charles Carrera ha encendido el debate sobre la transparencia y la gestión de los recursos públicos en este negocio que involucra a la Defensa Nacional y a un astillero con un historial cuestionable. El gobierno se encuentra en una encrucijada. Si Cardama no logra reunir los fondos necesarios, se enfrentará a la tarea de encontrar una nueva solución para dotar a la Armada de los buques que necesita, un proceso que ya ha demostrado ser más difícil y polémico de lo que se esperaba.
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