HORIZONTE FINAL: DE CÓMO UN FRACASO DE TAQUILLA SE CONVIERTE EN UN CLÁSICO DE CULTO

Crónicas del Este 06/04/2024 Sociedad

Marcelo Fabani

El Director de Crónicas del Este me hizo una pregunta que disparó esta nota: ¿cual película considera que ha sido un fracaso importante?
La respuesta surgió inmediatamente recordando a “Waterworld”, la cual convirtió la carrera de Kevin Costner como estrella de honorarios millonarios a una de retribución por salario.
Pero también surgió el recuerdo de la película de 1997 dirigida por Paul W. S. Anderson. “Horizonte Final “ (Event Horizon).
La película, hecha por la Paramount, se ubicó 4ta en la taquilla y recibió críticas no muy alentadoras. Sin embargo en los años venideros la misma se convertiría en un clásico de culto. Al punto que hoy se comercializa con éxito en varias plataformas de venta en Internet.
La trama consiste en que en el año 2047, cuando los humanos ya han colonizado la Luna y han comenzado la extracción de minerales en Marte, una nave espacial de exploración, la” Event Horizon” desaparece sin dejar rastro más allá de Neptuno en 2040.
7 años después desde la Tierra se capta una señal de la misma. La pérdida de esta nave fue considerada como el peor desastre espacial de la historia. Ante la aparición de la señal emitida por ésta, se envía a la nave de rescate Lewis & Clark para recuperarla. La tripulación está comandada por el capitán Miller (Laurence Fishburne) y lo acompaña el diseñador de la “Event Horizon”, el doctor William Weir (Sam Neill).
Al llegar a destino donde la señal se originó, el doctor Weir explica que la nave que diseñó era un proyecto secreto que era capaz de crear un agujero negro artificial cuya intensa gravedad pliega la curva del espacio hasta un punto en que dos puntos originalmente distantes se superponen. Es lo que denomina un portal dimensional que permite “trampear” de algún modo a la velocidad de la luz, haciendo que el tiempo que dura un viaje a esa velocidad para recorrer grandes distancias quede reducido al mínimo.
Lo que no se sabe es hasta que punto distante del Universo logró viajar el Event Horizon en esos 7 años de desaparición. Y sobre todo como volvió y con quienes a bordo.
El Dr. Weir sufre de alucinaciones auditivas primero y luego visuales cuando cree escuchar el llamado de su esposa suicidada.
Luego, cada tripulante que haya tenido una experiencia traumática donde haya habido una pérdida humana sufrirá de las mismas alucinaciones.
Un tripulante que se atrevió a tocar el núcleo de energía de la nave será transportado y devuelto de la misma forma que la nave y a su regreso apenas podrá contar que fue lo que experimentó, ya que cae en shock.
¿Adonde fue la nave?
Y he aquí la razón de la transformación descripta en el titulo de esta nota. La película se desarrolla con una eficientísima combinación de ciencia ficción y terror. Si bien “Alien” ya introducía al “monstruo dentro de la casa” como premisa de un tipo de narrativa clásica de terror en una película de ciencia ficción, “Event Horizon” introduce otra premisa como lo son los fenómenos paranormales, que incluyen alucinaciones y elementos clásicos como paredes sangrantes y visiones aterradoras.
Y aún más, ya que presenta un aspecto interesante en la combinación de un elemento de cuño religioso y una ciencia que es representada por una tecnología muy avanzada.
No en vano una de las primeras escenas muestra un hombre flotando sin vida rodeado con una ventana en forma de cruz, dando una pista de por donde va la historia.
Y también los interiores de la nave con los pilares semejantes a los de las catedrales aluden a una espacialidad remotamente religiosa.
La aparición de los fenómenos paranormales no son elegidos al azar, es al mismísimo Infierno donde la nave ha viajado. Ella misma se ha convertido en un ser infernal que explora el subconsciente de los rescatistas y les hace revivir hechos luctuosos de su pasado.
Su intención es capturarlos y llevarlos consigo de vuelta al Infierno.
Científicos y militares de alto entrenamiento y probada eficacia en sus actividades, dando forma a equipos muy solventes para las misiones que se les encomiendan, son reducidos a seres tambaleantes esclavizados por sus peores sentimientos de culpa y dolor.
Lo que creen ver destruye a la realidad objetiva y cada relato individual enfrenta a los distintos miembros de la tripulación ya que no todos experimentan estados alterados inducidos por la nave.
Es muy interesante este enfrentamiento entre los tripulantes que siguen viendo la realidad de peligro en la que están y aquellos que se dejan abducir por los sentimientos de culpa, ya que los primeros son los que asumen la responsabilidad de salvar a los segundos aún a costa de sus propias vidas.
El capitán Miller y sus segundos demuestran que si no dominan sus sentimientos mas negativos, no podrán ayudar a quienes los rodean y retornar a casa.
Aquellos que no lo hagan terminarán no sólo dañándose a si mismos sino poniendo en riesgo a toda la tripulación, incluyendo a quienes están luchando denodadamente a su favor.
El Mal que se ha enquistado en la nave provoca estas disidencias y enfrentamientos ya que es su esencia y se podrá ver que el guión ha reservado una parte muy importante al mensaje del sacrificio generoso.
La elección del científico Dr. Weir como vehículo de la encarnación del Demonio y el primero que es abordado por éste, supone en la lógica de la película una deshumanización de la Ciencia.
Y por contrapartida, los tripulantes sobrevivientes representan los valores humanos.
Event Horizon. USA. 1997.
1 h 36 min
Dirigida por Paul W.S. Anderson
Guion Philip Eisner
Reparto Laurence Fishburne, Kathleen Quinlan, Sam Neill