HUMBERTO DE VARGAS A LAS PIÑAS EN VIVO CON EL SINDICALISTA GUSTAVO RICCI
Crónicas del Este 01/10/2025 Política
"Soy de barrio. Me decís dos veces 'cagón' y te cazo del cogote", le dijo el comunicador al columnista antes de abalanzarse sobre él.
Lo que debía ser una transmisión más del programa Hacemos lo que Podemos (Undertake Media) terminó en un verdadero escándalo. Este miércoles, frente a cámaras, un cruce verbal entre el conductor Humberto De Vargas y el sindicalista Gustavo Ricci escaló hasta convertirse en una pelea física que obligó a interrumpir la emisión.
La chispa se encendió incluso antes de que De Vargas llegara al estudio. Mientras Ricci participaba en su columna habitual junto a Richard Galeano, el presentador leyó un mensaje que había enviado su compañero de canal:
—“Más vale que Ricci se vaya antes de que yo llegue. Estoy muy caliente con el acomodo de los sindicalistas por el tema Bermúdez” —decía el texto, en referencia a las denuncias por gastos sin justificar del exsecretario de la Federación Uruguaya de la Salud.
Lejos de amedrentarse, Ricci recogió el guante:
—“Mirá qué miedo te tengo, Humberto. Que venga y hablamos. No sé si alguna vez estuvo en un sindicato” —ironizó.
Consciente de la advertencia, Ricci decidió no moverse del estudio. Y allí comenzó a escuchar el tradicional editorial de Humberto en su programa Último Momento. Apenas tomó el micrófono, el comunicador fue directo al ataque:
—“Quiero hacerle una pregunta y que usted sea sincero: ¿usted trabaja?”
La tensión creció de inmediato. Ricci respondió que llevaba 39 años de labor, pero De Vargas insistió una y otra vez, buscando precisión sobre la naturaleza de su empleo. El sindicalista explicó que era administrativo y periodista deportivo, además de desempeñarse en la gerencia de capital humano.
El cruce se tornó cada vez más áspero. Humberto cuestionó la identidad sindical de Ricci, mientras este le replicaba con orgullo que no tenía nada de qué avergonzarse. Nombró incluso a Fernando Pereira y al histórico “Fogata” Bermúdez para remarcar que no le debía explicaciones a nadie.
De Vargas, cada vez más exaltado, lo desafió con sorna:
—“Ricci, no sabés con quién estás hablando. Tuve enfrente a Fidel Castro, ¿te parece que me voy a achicar con Pereira o Bermúdez?”
Ricci retrucó cuestionando el tono y la forma de su colega, acusándolo de hacer “editoriales con el micrófono de Frank Sinatra”. Humberto no se contuvo:
—“El editorial lo voy a hacer sin micrófono, pelotudo”.
La respuesta de Ricci fue fulminante:
—“Hacés preguntas pelotudas, sin sentido y de cagón”.
Esa última palabra encendió la mecha definitiva. Humberto, desencajado, se levantó del asiento y lanzó la amenaza:
—“Decime otra vez cagón y te cazo del cogote. Te muestro enseguida que no soy cagón”.
Acto seguido, se abalanzó contra el sindicalista. Ricci intentó frenarlo con un empujón, pero la pelea ya era inevitable. El estudio se transformó en un ring improvisado hasta que Galeano y el productor Mauro Imbríaco intervinieron desesperadamente para separarlos.
La transmisión fue cortada de inmediato, pero el escándalo ya estaba instalado. Lo que comenzó como un intercambio verbal terminó en un episodio de violencia explícita que dejó en shock a la audiencia y marcó un antes y un después en la relación entre ambos protagonistas.

"Soy de barrio. Me decís dos veces 'cagón' y te cazo del cogote", le dijo el comunicador al columnista antes de abalanzarse sobre él. Lo que debía ser una transmisión más del programa Hacemos lo que Podemos (Undertake Media) terminó en un verdadero escándalo. Este miércoles, frente a cámaras, un cruce verbal entre el conductor Humberto De Vargas y el sindicalista Gustavo Ricci escaló hasta convertirse en una pelea física que obligó a interrumpir la emisión. La chispa se encendió incluso antes de que De Vargas llegara al estudio. Mientras Ricci participaba en su columna habitual junto a Richard Galeano, el presentador leyó un mensaje que había enviado su compañero de canal: —“Más vale que Ricci se vaya antes de que yo llegue. Estoy muy caliente con el acomodo de los sindicalistas por el tema Bermúdez” —decía el texto, en referencia a las denuncias por gastos sin justificar del exsecretario de la Federación Uruguaya de la Salud. Lejos de amedrentarse, Ricci recogió el guante: —“Mirá qué miedo te tengo, Humberto. Que venga y hablamos. No sé si alguna vez estuvo en un sindicato” —ironizó. Consciente de la advertencia, Ricci decidió no moverse del estudio. Y allí comenzó a escuchar el tradicional editorial de Humberto en su programa Último Momento. Apenas tomó el micrófono, el comunicador fue directo al ataque: —“Quiero hacerle una pregunta y que usted sea sincero: ¿usted trabaja?” La tensión creció de inmediato. Ricci respondió que llevaba 39 años de labor, pero De Vargas insistió una y otra vez, buscando precisión sobre la naturaleza de su empleo. El sindicalista explicó que era administrativo y periodista deportivo, además de desempeñarse en la gerencia de capital humano. El cruce se tornó cada vez más áspero. Humberto cuestionó la identidad sindical de Ricci, mientras este le replicaba con orgullo que no tenía nada de qué avergonzarse. Nombró incluso a Fernando Pereira y al histórico “Fogata” Bermúdez para remarcar que no le debía explicaciones a nadie. De Vargas, cada vez más exaltado, lo desafió con sorna: —“Ricci, no sabés con quién estás hablando. Tuve enfrente a Fidel Castro, ¿te parece que me voy a achicar con Pereira o Bermúdez?” Ricci retrucó cuestionando el tono y la forma de su colega, acusándolo de hacer “editoriales con el micrófono de Frank Sinatra”. Humberto no se contuvo: —“El editorial lo voy a hacer sin micrófono, pelotudo”. La respuesta de Ricci fue fulminante: —“Hacés preguntas pelotudas, sin sentido y de cagón”. Esa última palabra encendió la mecha definitiva. Humberto, desencajado, se levantó del asiento y lanzó la amenaza: —“Decime otra vez cagón y te cazo del cogote. Te muestro enseguida que no soy cagón”. Acto seguido, se abalanzó contra el sindicalista. Ricci intentó frenarlo con un empujón, pero la pelea ya era inevitable. El estudio se transformó en un ring improvisado hasta que Galeano y el productor Mauro Imbríaco intervinieron desesperadamente para separarlos. La transmisión fue cortada de inmediato, pero el escándalo ya estaba instalado. Lo que comenzó como un intercambio verbal terminó en un episodio de violencia explícita que dejó en shock a la audiencia y marcó un antes y un después en la relación entre ambos protagonistas.
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